A partir de hoy, los viernes en el blog van a ser los viernes musicales.
En nuestro hogar, desde siempre hemos dado mucha importancia a la música; tanto tocarla como escucharla.
Yo, personalmente, por desgracia tengo un oído enfrentado con el otro... por suerte, mis hijos han heredado el ritmo, oído y sentido musical de su padre (gracias a Dios), y desde pequeñitos han demostrado talento para ello...
A ver... no sé cantar ni tengo voz ni afino... pero cantar, canto. Y canto como maestra y canto en mi casa (la mayoría de las veces sola) o en el coche (hasta con ventanillas bajadas, ahí, viviendo al límite...); el caso es que no canto bien (aunque mis alumnos dicen que sí... pobres... a la que tienen que escuchar cantar...)... bueno, pues a mi hijo mayor A. desde que tenía días... le cantaba la canción de "Allá fuera" de la película Fievel y el nuevo mundo. El caso es que él aprendió a cantarla y con un año y poco ya se la sabía, la cantaba... con su buena entonación.... De esos momentos en los que no sabes si estás orgullosa de tu hijo o lo envidias sanamente por ser tan maravilloso.
Los dos mayores están apuntados a pre-música y el mayor tiene que hacer el mes que viene las pruebas para conservatorio. Le hemos preguntado y le hemos dicho que si no quiere que no tiene obligación de empezar, que no es algo obligatorio... pero él quiere... y aunque aún no está muy seguro, ha dicho que quiere piano... (casi nada... ¿y dónde meto yo un piano en mi caja de cerillas? )
En fin, ya os contaré. Aquí os dejo con el viernes musical.
¡¡¡¡Buen fin de semana familias!!!!
Mami C.
:D
ResponderEliminarNo sé por qué pero siento especial debilidad por los enanos que manifiestan habilidades de esas. Digamos que me fascinan y me llaman la atención por encima de los demás niños. Y creo que es porque pienso que, por desgracia, a los críos así se los meriendan con papas "fuera" de casa. Los niños son muy crueles a veces a ciertas edades. Y al que intuyen diferente a ellos, al que por lo que sea, destaca un poquito, lo acrivillan. Y siempre los observo con cariño y con admiración deseando que nunca se tengan que enfrentar a eso.
Con las hijas de una amiga me pasa un poco esto que te estoy contando. Con la que más juego es con la pequeña. Porque es la más abierta, la que más me busca y la que por iniciativa propia juega conmigo. Y yo encantada ¿eh?. Que la quiero mucho y me lo paso muy bien con ella. Pero... siento especial debilidad por la mayor. Que me observa desde la distancia parapetada tras sus gafas de pasta y, cuando lo considera oportuno (si lo considera oportuno), se acerca a jugar. Es increíblemente lista. Flipo cuando la oigo hablar. Cómo se expresa. Las palabras que usa. Las conclusiones a las que llega... Las cosas que sabe y que le llaman la atención con la edad que tiene... Mi amiga acostumbra a hacer trabajos con ella en casa para alimentar de algún modo esa necesidad de conocimiento que tiene... La última vez me enseñó orgullosa un dosier que había hecho sobre la Alhambra. Se sabía hasta los tipos de mosaicos... Mi amiga tuvo que llevarla a la Alhambra en dos ocasiones. Porque como había disfrutado tanto con el dosier, quiso llevarla para que la viera in situ. Con tan mala suerte que se equivocó con las entradas y las que cogió no incluía la visita al patio de los leones. La cría se llevó tal disgusto que le dio penilla y la llevó otro día :D. Y justo me he acordado de ella por lo del piano. Porque hace poco mi amiga me mandó un video al móvil y cuando lo abrí era ella tocando el piano...
A mí de peque me apuntó mi madre también a clases de piano con una señora mayor ¬¬. Y fui yo la que quise dejar de ir porque la mujer tenía en su casa millones de gatos (desde ese entonces creo que no simpatizo demasiado con ellos jajaja). Así que le dije a mi madre que no quería ir más a piano xD
Y tú no dejes de cantar. Cantar en el coche es la mar de liberador :D. Y en casa, cuando todos se han ido y te pones a cacharrear, también. Te pones musiquilla... y a bailar y a cantar mientras haces cosas por casa :D
Besitos ^^