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22 de agosto de 2024

Nunca he saltado a la piscina

 Así es. Nunca he saltado a una piscina. Ni al mar ni a ningún lugar en el que pudiera hundirme en el agua si saltase. 

Llevo unos días dándole vueltas a esa afirmación. Es real, nunca he dado un salto para entrar a una piscina, no he saltado de ningún hidropedal con tobogán. Siempre me ha dado miedo no hacer pie en el mar o en una piscina. Porque no sé nadar bien. No puedo bucear y no puedo sumergir la cabeza en el agua sin pinzarme la nariz. En cambio mis tres hijos saben nadar perfectamente, bucean, se tiran de donde haga falta. Yo voy a un parque acuático y si me subo a alguna atracción lo paso muy mal. Por eso, la última vez que estuve, me quedé en las piscinas. Si hasta la piscina de olas me da miedo... 

En mis pesadillas, esas que se repiten de vez en cuando. las peores llevan incluidas olas gigantes del mar. 

Me encantaría hacer un crucero, pero sé que dormiría con un chaleco salvavidas. Supongo que cuando era pequeña nadie me enseñó a nadar (y eso que acampaba en la playa -cuando no era ilegal-) y de mayor tampoco le puse mucho interés. 

En las piscinas raramente me veréis donde no hago pie (bueno, eso con 20 años era impensable) pero me veréis por los bordes de la piscina. Y en la playa, si hay olas, no me meto. Así es mi vida.

Pero, si nos vamos a la frase hecha "tirarse a la piscina", de eso sí que sé y mucho. Fui una madre joven, poco antes de cumplir los 26 me quedé embarazada de mi hijo mayor, eso sí que fue tirarme a la piscina de cabeza y con ropa... Luego decidimos aumentar la familia hasta llegar a tres hijos. Eso también, en los tiempos en los que estamos, es tirarse a la piscina. 

El caso es que, veo cómo va pasando el tiempo tan rápido... Mis hijos van creciendo, la "pequeña" tiene casi 9 años y el mayor casi 15. Este curso voy a tener 2 hijos ya en el instituto. Que se dice pronto. 

Y yo me veo cada vez más mayor sin en realidad serlo. 

Estas vacaciones han sido, al menos para mí, un tanto extrañas. Había hecho planes que no se han cumplido (no por mí solamente) y quizá me habría gustado hacer un poco más de vida "social". Veo por las redes que la gente sale una barbaridad, y yo he sido incapaz de quedar con mi grupo de amigas de toda la vida para tomar un simple café. He conducido muy poco este verano (este curso lo voy a recuperar, no pasa nada) y, a 10 días del final de las vacaciones, me entra un poco de pánico escénico con el próximo curso. ¿Lo haré bien con la tutoría? ¿Seré capaz de compaginar todo? ¿habré hecho bien en elegir un colegio lejos pudiendo estar cerca? ¿seguiré siendo creativa? ¿podré hacer algún curso de formación sin que ello suponga un estrés? ¿podré tener algo de vida familiar y social?

Son muchos los interrogantes y los miedos. 

A veces las cosas más bonitas están al otro lado del miedo. 

imagen generada con IA



12 de agosto de 2024

9 meses sin escribir

 9 meses sin escribir un post. 

¿Qué ha pasado durante estos 9 meses en mi vida?

Pues cientos de cosas... muchos momentos para recordar, muchas situaciones vividas, buenas y menos buenas. 

El caso es que cuando la comunidad de Madresfera se "paró" (lo pongo entre comillas porque sigue pero de otra forma) creo que mi blog se quedó en standby... 

Cuán importante es tener una red de apoyo en el blog. Y recuerdo mucho las palabras de Mónica cuando decía "seguid escribiendo, larga vida a los blogs, etc". 

La realidad es que durante estos 9 meses he tenido tiempo para poder actualizar el blog, aunque fuera con una entrada así, como esta, solo texto. Solo letras. Como un diario, como un legado personal de mi vida que quedará ahí en el tiempo que eso sea posible.  Es cierto que el blog sigue teniendo visitas, que sigue ahí con una respiración un poco asistida gracias a los post que voy compartiendo en las redes sociales. 

Este blog tiene un título gracias a ese corcho gigante que tenemos en la cocina (y que me recuerda que tengo que poner a punto en los próximos días en los que, para mí, es el inicio de curso y de la vida en general. 


Me han pasado MUCHAS cosas durante estos meses. He crecido bastante a nivel profesional en mi actividad docente, donde he participado como ponente y he asistido a reuniones, eventos docentes, he conocido a personas nuevas. 

Diciembre y enero fueron unos meses un tanto extraños para mí, en los que sentí cosas que no creía que podía llegar a sentir y que tambalearon mucho mi vida. Creo que aún ando tambaleante y espero y deseo que ese tambaleo se acabe pronto si es que no lo ha hecho prácticamente ya. 

Este curso pasado se me ha pasado prácticamente en un abrir y cerrar de ojos. En mayo me apunté al gimnasio pero no estoy siendo muy constante en ir, supongo que debo coger el hábito. Ver que no adelgazo absolutamente nada tampoco es una motivación, la verdad...

He leído libros, he trabajado mucho, he viajado... todo ello se puede ver en mi cuenta de instagram, que creo que le va ganando la batalla al blog. La cultura de la imagen, el postureo y el enseñar... pues va haciendo mella en esto. 
Quizá el blog tenga que evolucionar, como yo, como ya lo hizo "Hay margaritas en mi balcón". Quizá tengo que darle otro aire, o renovar este blog. No quiero comenzar un blog nuevo porque este es MI espacio y creo que lo mejor podría ser darle una sección "Educación", "Maestrosfera" o algo así...

Espero que no vuelvan a pasar 9 meses sin escribir aquí...

Os dejo el enlace a mi cuenta de IG de las oposiciones, por si queréis seguirme por allí. 

Sed buenos, lo demás no importa. 

19 de noviembre de 2023

Mbday23

 ¿Tienes un blog? 
Pues sí, este es mi blog y en mayo cumplirá 8 años, que se dice pronto ¿eh? Aunque ya sabes si me sigues desde los inicios que antes de Un Corcho en la Cocina ya existía Hay margaritas en mi balcón, blog que surgió en 2010, hace ya más de 13 años como vía de escape, como actualización de aquellos diarios personales que ya no hacía… En 2015 nació mi pequeña y el blog empezó a transformarse tanto que se convirtió en un blog maternal. En aquellos momentos la información que buscaba la encontraba en los blogs a los que los buscadores me llevaban. Es así como conocí a la comunidad de Madresfera, comunidad con miles de blogs, muchos de ellos maternales y que en aquel momento me abrió las puertas a una perspectiva muy diferente de la maternidad donde lo que le pasaba a otras mamás y papás me pasaba a mí y al revés. 
Ayer, después de varios años en barbecho, la comunidad pudo celebrar su 7º Mbday. En 2019 pude ir por primera vez, ya que estaba nominada en la categoría de Educación y no me llevé el premio. Luego llegó una pandemia mundial que paró todo acto presencial, pero Madresfera se amoldó a lo que había y nos organizó una gala de Mbday online, en la que de nuevo estaba nominada en la categoría Educación y donde, de forma online, recibí el premio al Mejor Blog en la Categoría de Educación. 
Fue una sorpresa que no esperaba y lo recuerdo con mucho cariño pero con cierta emoción agridulce porque no fue algo presencial. 
Ayer volví a vivir, desde primera fila (por aquello de no perderme nada) esa emoción de ver cómo muchos blogueros y blogueras y creadores de contenido en redes sociales conseguían sentir esa emoción, ese cariño y ese calor humano. 
No me llevé el premio pero tampoco lo esperaba. Mi blog está evolucionando y sé que lo seguirá haciendo. 
Gracias a las Mesas en las que personas muy TOP nos hablaron de su experiencia sé que aún queda mucho por hacer y por crecer. 
Como sabéis, en mi vida, los libros, los cuentos y todo lo que tenga que ver con la literatura infantil y juvenil es algo que me caracteriza a mí como persona y como profesional. 
Este curso tengo el privilegio de ser la coordinadora de la biblioteca escolar de mi centro e intento llevar al alumnado de infantil y primaria el gusto por la lectura. 
La experiencia en el Mbday23 ha sido muy bonita, me he encontrado con gente nueva y he conocido en persona a otras con las que llevo interactuando mucho tiempo. Son personas muy bonitas que hacen que merezca la pena y la alegría por supuesto de seguir adelante con el blog. 
Quiero dar la enhorabuena a la ganadora de mi categoría, no la conocía, pero ha conseguido un premio muy especial para su andadura en redes sociales. 
Dar la enhorabuena a todos los ganadores y ganadoras, en especial a Ingrid Mosquera y a Rafa, dos personas en las que he descubierto la importancia de dar visibilidad a la labor de los docentes que trabajamos con niños y adolescentes. 
Como ya me han dicho muchísimas personas, el premio era estar ahí y llevan razón. 
Quiero agradecer también al equipo de Madresfera (no nombro porque seguro que me dejo alguno fuera) pero no puedo dejar de nombrar a Mónica, que nos ayuda a abrazar el caos en nuestro día a día, que une, que es el pegamento de la comunidad. 
Me alegró ver y conocer a nuevas personas pero eché en falta muchas personas que antes estaban y que ya no, y a los que no pudieron venir por diversas circunstancias. Formo parte de esa “resistencia”, espero que por mucho tiempo más. 
Nos vemos por las redes y nos leemos por los blogs. 










13 de mayo de 2023

¿Cómo estás?

“Pregúntate, por favor, cómo estás y qué necesitas. Cada día, sin prisa, sin miedo, porque en ese estoy: nerviosa, triste, agobiada, feliz, exultante, inquieta, cansada, aburrida, enamorada, liberada, etc. y en ese necesito: divorciarme, cenar antes o más ligero, cambiar de trabajo, ponerle límites a mi familia, perder diez kilos, aprender a hablar inglés, gestionar mejor mi agenda, cambiar de trabajo, ir a terapia, meditar, ordenar mi armario, hacer algo que me guste cada día, descansar, mudarme a otra casa, quedar más a menudo con mis amigas se esconde el secreto de la buena vida, que es todo a lo que deberíamos aspirar” Sol Aguirre 



Esta tarde leía esto y quería compartirlo con vosotros y vosotras. En teoría, si no lo comparto en twitter, a mi blog no viene nadie a visitar a ver si he actualizado algo nuevo…
Me ha resultado un tanto curioso que, exceptuando el divorcio y el cambio de trabajo, todo lo demás siempre forma parte de mi runrún diario en esta cabeza que tengo. 
Estoy intentando hacer al menos una entrada al mes en el blog, no sabía qué escribir pero sí quería hacerlo. 
Soy de darle muchas vueltas a las cosas, de hecho, escuchando un podcast sobre personas PAS, me di cuenta de que tengo un ramalazo muy grande de PAS… y no lo sabía. 
Me llevo muchos problemas que no son míos y tengo que aprender a dejar estar. Pero me cuesta. 
Me cuesta que alguien me diga que no está bien o que no es feliz y quedarme sin sentir nada. 
El caso es que, en esto de runrunear, al final la vida se pasa tan rápido que no nos paramos a preguntarnos a nosotros mismos… ¿cómo estás? 
Si ahora me preguntan cómo estoy, actualmente podría decir que estoy: 
- Agradecida por los maravillosos compañeros y compañeras de trabajo que tengo.
- Agotada física y mentalmente a causa del trabajo. 
- Algo triste por los cambios que se avecinan. 
- Expectante por los cambios que llegan. 
- Con ganas de que llegue el verano. 
- Sin tiempo para ver a nadie y lo necesito. 
- Pensando en que seriamente debo perder peso. 
-  Pensando en la agenda tan cargada que tenemos siempre. 


Y así voy, dando vueltas y más vueltas mientras trabajo y mientras surgen ideas que no puedo poner en práctica por esa “falta” de tiempo. 

¿Vosotros/as también os sentís así?
Y tú que me lees, ¿cómo estás? 
 


23 de marzo de 2023

Día del libro para docentes

Hace unos años como coordinadora de la biblioteca del cole en el que estuve, hice una actividad también para los maestros y maestras y tuvo una buena acogida.  



La actividad es muy sencilla. Buscáis un panel o corcho grande en el cole, en un sitio que esté accesible a los compañeros/as, colocáis los carteles, explicáis la dinámica, dais un tiempo para las recomendaciones y ¡a leer! 

Aquí os dejo los materiales para que podáis usarlo en vuestros centros si queréis usarlo. 

Si lo lleváis a cabo me encantaría ver cómo ha quedado en vuestros coles. 

Disfrutad de la lectura

















5 de noviembre de 2022

10 minutos para mí

 Que dice un buen amigo mío que si saco 10 minutos al día para mí...

HAHAHAHA.


Según el diccionario....

nombre femenino
  1. 1.
    Pensamiento o consideración de algo con atención y detenimiento para 

  2.  estudiarlo o comprenderlo bien; 
    "después de una profunda meditación había decidido aceptar"

  3. 2.
    Oración o rezo que se hace en silencio, o reflexión intimista sobre algún 
    tema espiritual o 

  4. trascendente; "los místicos y los ascetas se dedican a la meditación".

Soy una madre taxista, me falta añadir el taxímetro al coche para hacerlo más real... Y no, no sé qué es eso de los 10 minutos para mí, o quizá, no tengo muy claro a qué se refieren esos 10 minutos. 
Que tengo últimamente muchos despistes, lagunas mentales, incapacidad para hacer dos cosas a la vez y agobios por ello, eso lo sé. Que me tengo que repetir mentalmente las cosas 25 veces para que no se me olviden, que tengo unos lapsus muy poco propios de mí... En definitiva, no es que no tenga 10 minutos al día, es que no sé dedicarlos a mí. 
Ayer por la tarde, después de taxistear con los niños para llevarlos a actividades y vuelta, me puse un café en mi taza nueva (¿a que es bonita?) y también me agencié unos bollitos mediasnoches con paté y queso (sí, para la dieta que no hago) mientras me sentaba en el salón, mirando por el ventanal del salón la ventolera que hacía ayer en Málaga, saboreando mi café con leche y una poca de azúcar, a la vez que escuchaba a mi hija y su amiguita del cole jugar muy distraídas y a mi mediano jugar un rato con la switch.  Que no fue meditar... pues no sé, porque consideraba con atención pero no para comprenderlo bien, que ya era viernes y tocaba parar un poco. Que a los 5 minutos me escribía mi hijo mayor para decirme que le estaba empezando a doler la cabeza y que tenía que ir a recogerlo antes... 
Ya lo he contado varias veces y lo cierto es que me relaja conducir, en algunos momentos, esa relajación pasa por poner la música que a nadie le gusta a toda pastilla con las ventanillas bajadas, otras por ir completamente en silencio escuchando los sonidos de mi coche que ya tiene 11 años y no precisamente bien..., otras escucho con atención Radio Nacional de España, que ayer hablaban sobre que hay que comer más verduras y menos carne... Lo que pasa es que como ando tan despistada ahora, aunque me sigue relajando, ya no es tan placentero. Ayer intenté que fuese lo más relajado posible, por lo que salí antes de que me avisara, para ir de forma tranquila los 14 minutos de trayecto. 
Estoy aquí escribiendo, pero no estoy aquí. Estoy delante del ordenador soltando ideas tal cual salen, pero a la vez estoy escuchando la lavadora, con las sábanas que ahora tengo que colgar en el tendedero, que hace sol, esperando que suene el sonidito que indica "Ceci, abre la lavadora y tiéndenos"... y ahí está... ya ha sonado, por lo que ahora debo acabar de escribir y ponerme a cumplir con la rutina sabadil (esta palabra no existe ¿verdad?) porque quiero poner otra lavadora más (es lo que hay los fines de semana) y también quiero hacer una tortilla de patatas porque, eh... la prometiste la semana pasada y no la hiciste (palabras textuales) y es que, a lo mejor no sé hacer muchas cosas bien, pero la tortilla no es una de ellas. 
Creo que he tardado más de diez minutos en escribir esto, no sé si cuenta como 10 minutos para mí, amigo. 
A lo mejor puedo hacer cada sábado esos 10 minutos para mí escribiendo en el blog... No sé... no sé... mientras cuelgo las sábanas quizá madure este pensamiento...
Sed buenos y sacad 200 minutos para vosotros/as. 





29 de octubre de 2022

¿A quién le da la vida?

 Quienes me conocen y tienen a bien saber de mi vida personal, saben mi situación actual. 

Pues bien, últimamente veo por todas partes la frasecica "NO ME DA LA VIDA", frase que he usado un pilón de veces pero que, al final, sí me daba la vida para hacer muchas cosas... pero, oh, oh... esos momentos de sí que me daba la vida en realidad era un más bien "se me va la vida" y en esos pequeños momentos que tengo últimamente de reflexión (que ya quisiera yo que fueran de meditación) me pregunto el por qué ahora soy incapaz de hacer varias cosas a la vez sin pifiarla. 

Y es que sí, ahora no me da la vida... 

La vida es eso que va pasando mientras a ti no te da tiempo a vivirla, así, tal cual. Seguro que de esto han hablado ya muchas personas, habrá libros dedicados a la organización, bla bla... Mira, pues yo he llegado a mi límite. 

¿Acaso será que en vacaciones mi mente ha desconectado TANTO que no soy capaz de hilar nada? Que todo me cuesta horrores en el trabajo, en casa, en mi mente. Es como si mi cuerpo fuera a un ritmo distinto a como lo hacía antes. ¿Será que he dejado el café de la tarde? ¿Será que a partir de mi edad ya todo se hace cuesta arriba? ¿Será que de manera inconsciente mi cuerpo dice que no se me ocurra meterle más caña? 

Así que ahora me veo y me siento (de sentir) cual abuela de 75 años... Eso es... 

Estoy de la rodilla fatal, de la memoria fatal, de coordinación regular, de agilidad mental de pena... Y no es que no me dé la vida... la vida me da pero a un ritmo muy distinto. Tanto como que me está costando mucho escribir ahora esto, porque no me concentro, porque si alguien entra en la habitación ya mi mente se disipa... No recuerdo lo que comí ayer ni cosas importantes a las que tengo que atender, y ello deriva en un malestar general que hace que me encuentre peor aún. 

¿Motivos? Fisiológicos en proceso de determinación, ya sabéis cómo van las cosas de palacio en cuanto a las pruebas médicas... y motivos psicológicos pues... no sé, quizá el estrés acumulado, las preocupaciones, las inseguridades, los miedos, las decepciones... no sé... puede ser cualquier cosa. Que si le sumas también el añadido de que tienes hijos en edad intensa... pues todo se multiplica, en este caso por tres. 

Que si te organizas todo va saliendo, lo sé. Y que hay que sacar tiempo para lo que te gusta, lo sé también. 

Que estoy aburrida de la ropa de verano, también. Que necesito el frío y el invierno. 

Los tés en la tetería o en casa, el abrigo y el jersey. Que se haga pronto de noche, que te dé frío en la ducha, que te tapes con el edredón y tengas los pies fríos para cabrear a tu parejo, que quiero mi bata azul, mi calcetines y zapatillas calentitos, que quiero usar el paraguas de Mary Poppins, que quiero el frío en mis cristales, usar bufanda y cuello vuelto, el babero de manga larga, las botas marrones y el panetone. La mantita en el sofá, los cinco minutos más los sábados por la mañana... 

Y hasta aquí este post churro de hoy, que como viene un puente para descansar pues me ha dado un huequito para escribir...

Sed buenos y buenas y dedicar tiempo a lo que de verdad importa, y a los amigos que de verdad están ahí, ya los conozcas desde hace un año o desde hace 20. 




23 de octubre de 2022

Una verdad muy cómoda... O cómo entiende la Consejería de Educación la Inclusión del alumnado NEAE en las aulas de Educación Infantil

Hace meses que quería sentarme a escribir sobre esta verdad tan cómoda para la Consejería de Educación que pinta de colores bonitos la inclusión del alumnado con NEAE dentro de las aulas de Educación Infantil (hablo de ello en primera persona). 

El curso pasado estuve en un centro público de la capital de Málaga. Un centro con  PTIS (profesional técnico de integración social), educadora y dos profesionales de PT (pedagogía terapéutica) y un AL (audición y lenguaje), además de la maestra de apoyo y refuerzo. Para TODO el centro. 

Censados (con dictamen) solo en Educación Infantil había, si no recuerdo mal, más de 14 alumnos/as (5 aulas de educación infantil).

En mi aula de Educación Infantil tenía un total de 19 alumnos/as. Tres de ellos con un dictamen de escolarización de TGD (trastorno general del desarrollo) asociados en los tres casos a TEA (trastorno del espectro autista). Tres alumnos con autismo (cada uno de ellos con unas características y necesidades MUY diferentes) integrados las 5 horas diarias de clase (además de 16 alumnos/as de 5 años muy diversos). La intervención de los especialistas de PT, AL, PTIS, educadora y apoyo se realizaba casi siempre dentro del aula, esos tramos de tiempo eran de 30 minutos, en algunos casos de 1 hora, que, quienes trabajáis dentro de un aula, sabéis que no son los 60 minutos de reloj al final...

A finales de septiembre comenzó una alumna de prácticas MECO (mediador/a  comunicativo/a) que permanecía conmigo las 5 horas y que fue una bendición, hasta diciembre que terminó. 

No, ninguno de mis tres alumnos con necesidades tenía un maestro/a "sombra" (Un maestro sombra es una figura que ayuda a la integración socioeducativa de niños y niñas que tienen dificultades para trabajar por sí mismos debido a su desarrollo psicosocial. No se trata de un familiar o conocido del menor, sino de profesionales que están cualificados para ejercer esta labor, ya que poseen los conocimientos necesarios para favorecer el desarrollo cognitivo y social de los pequeños, como por ejemplo el Técnico Superior en Integración Social) Fuente 

¿Y por qué unos alumnos tienen y otros no? 

¿Por qué en algunos casos esos niños/as que lo necesitan verdaderamente para estar en un aula ordinaria no tienen un maestro sombra? 

Pues porque es gestionado y PAGADO por las propias familias de los alumnos/as.  ¿Pero cuánto cuesta un maestro sombra, Ceci? Pues consultando con una mamá y maestra de un alumno/a con maestro sombra me dijo que 650/700 € AL MES.  ¿Pero no tienen una beca para eso? ¡Pues claro! ¿Sabéis cuánto dinero aporta esa beca?  Dan 900€ para gastos psicológicos (donde se incluye la ayuda para maestro sombra) y 900 € para logopeda. Para todo el curso. PARA TODO EL CURSO... a ver, Ceci, no me salen las cuentas... Entonces, si una familia no puede costear esa ayuda para su hijo/a ... ¿el alumno/a se queda sin esa ayuda para estar en un aula? Pues sí, se queda sin profesor sombra. Que hay alguna ayuda más que depende de la renta y tal, pero no, aún así es insuficiente.

Existen muchísimas dificultades además para encontrar un maestro/a con estas características, que solo puede estar 3 horas al día dentro del aula, según lo que se permite aquí y no es fácil. A veces son personas voluntarias, que cobran lo que las familias pueden y esto no puede ser así.

¿Por qué os cuento todo esto? Porque el curso pasado toqué fondo. Ya sabéis lo que me costó conseguir una plaza  y que adoro mi trabajo, pero el curso pasado llegué al nivel de frustración docente (el querer hacer y no poder porque las circunstancias de tu grupo no te lo permite) que me llevó a tener un brote de estrés que ha derivado en la necesidad de acudir a un neurólogo debido a los síntomas generados a raíz de ese estrés acumulado durante meses en los que me negué a abandonar (y tenía muchos motivos para hacerlo y muchos también para no hacerlo, y el que más me reconcomía era que yo era su séptima maestra desde que empezaron infantil... y no iba a ser una maestra que también los abandonase, no quería serlo y no lo fui). Me dejé la salud.  

¿Y por qué cuento todo esto ahora y no cuando me pasaba? ¿Qué pretendo? Algo muy sencillo...  

QUE LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN CONTRATE A LOS MAESTROS Y MAESTRAS SOMBRAS QUE CADA ALUMNO/A, ÚNICO Y CON SUS NECESIDADES PARTICULARES VA A NECESITAR. 


Que las maestras y los maestros de infantil estamos hechos de otra pasta... eso ya lo sabéis... pero que nos estamos encontrando muchísimo alumnado en el aula que necesitan más recursos personales, también. 

Que nos estamos machacando de una forma física (en algunos casos hay lesiones derivadas y otras que recibimos) y que estamos SOLAS/OS y NADIE nos escucha

Que la inclusión DEBE Y TIENE QUE SER... pero ¿en qué términos y circunstancias? Que estos alumnos/as no reciben la atención que necesitan ni merecen porque tenemos a 20 alumnos (o 24, 25...) más; que sus primeros 5 años son los más importantes y donde van a adquirir unas destrezas para el futuro...
Que en educación infantil están y luego por su situación los derivan a un aula específica o a un centro de Educación Especial, pero esos 3 años primordiales no han sido tan fructíferos porque también depende de la formación del tutor/a y si me apuras, de las ganas (hay de todo en esta profesión) y que NECESITAN TODOS/AS un maestro/a sombra que los ayude a hacer que la integración e inclusión merezca la pena. 

Desde mi humilde blog os convoco, maestras y maestros de infantil, familias y equipos directivos, debemos pedir recursos personales, debemos alzar la voz y decir que podemos pero que con los recursos personales adecuados se podría garantizar una educación de calidad para estos alumnos/as y por ende para el resto del alumnado de clase, que de una forma u otra también tienen sus necesidades que a veces no podemos atender porque se nos requiere continuamente. 


Desde aquí también pido al Presidente de la Junta de Andalucía Juan Manuel Moreno y a Manuel Alejandro Cardenete a que se sienten y decidan dejar esa verdad tan cómoda para hacer una INCLUSIÓN real y efectiva del alumnado con necesidades educativas. 

   Gracias a Vanessa, a Rocío, a Carmen y a Pili por leer el post y por sus consejos. 


Gracias a ti, por leerme. 

9 de septiembre de 2022

Postureo Docente

 Esta entrada pretende ser poco popular... 

Llevo días organizando mi aula como buenamente puedo en huecos en los que no tengo claustro, reuniones, tutorías (sí, chavales, ya he tenido dos tutorías absolutamente necesarias) y menos mal que algunas compis me están ayudando porque si no...

Pero a lo que vengo aquí es a quejarme (oye, que es mi blog y aquí escribo yo) de ese fantástico postureo instagramero de los docentes. ¿Quién dijo eso de que la virtud está en el término medio? Bueno, Aristóteles lo dijo mejor, “la virtud es una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto”. Voluntaria adquirida... que yo vengo a entender que si no lo haces es porque no te da la realísima gana. 

Pues dentro del mundo docente, el postureo también se lleva al extremo... y OJO... que ya sabéis que a mí me gusta mucho instagram y subir cosillas. Pero el caso es que, no sé si será porque sigo a muchos compis de profesión, que veo esos tours instagrameros de aula tope mega súper chachis... y yo, que aún no he sentado el culo en ningún cole (atención que este es mi cole número.... tachán tachán... 12!!!!!) y que además, mi primer año como maestra de infantil con plaza me llevé todo mi arsenal de docente que estuvo años en bolsa sin trabajar... y tuvo que recogerlo todo en un día porque vino una pandemia mundial... pues este curso me he llevado... únicamente 3 cajas de mis cosas. Solo tres cajas. Y muchas son... Pero es que tengo el trastero llenico de cosas superchulas que están deseando salir al campo de batalla a jugar pero que no se me puede ocurrir hacer otra mudanza espectacular ni loca. Así que me voy a apañar. Y pondré la clase minimalista pero con gusto y para que estén a gusto mis criaturas de 3 y 4 años (es que tengo muchos alumnos que aún no han cumplido 4). 

He tenido que hacer un Marikondo en toda regla (¿por qué la gente no tira lo que está roto, viejo y obsoleto?). Así que por favor, no guardéis mierdis en las aulas y dedicad unos ratitos a tirar cosas, que luego se va acumulando y es horroroso... No sé cuántas aulas he vaciado de cosas de los años 80/90, pero os puedo decir que son muchas. 

Si queréis ver mis fotos del aula o tours... tendréis que esperar unos días más... 

¡Buen fin de semana!

4 de septiembre de 2022

Embajadora de MiCuento

 Hoy os traigo un nuevo descubrimiento. 

Este verano recibí un email en el que me preguntaban si quería ser embajadora de MiCuento y ya sabéis que en esta casa somos amantes de los libros, así que no me lo pensé mucho. 
Como me gusta siempre que recomiendo algo, ser la primera en probarlo, antes de hacer esta recomendación pedí mi primer libro personalizado. Tenéis que entrar en la web y ver lo bonitos que son los cuentos y las iniciativas que envuelven a MiCuento.  Lo que más me costó fue decidir qué cuento personalizar porque me gustaron muchos y al final elegí éste. 

Portada del libro


Puedes añadir si quieres una imagen o una fotografía, yo elegí esta porque tiene mucho significado para nosotras. 

Rellenáis los datos que queráis que aparezcan en el cuento y... ¡queda personalizado! Ana se quedó muy sorprendida porque el cuento hablaba sobre ella y su ciudad. 

La contraportada del libro queda así. 
Los libros son de calidad, la cubierta del libro es suave y las páginas de papel resistente y satinado. Los dibujos, como podéis ver, son muy bonitos, con ilustraciones, en este caso, de Marina Martín. Podéis personalizar también al protagonista o la protagonista del cuento. 

¿Quieres tener un detalle personalizado con algún niño o niña? ¡Este le va a encantar! Además, si usáis el código 

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¡Ganadora!

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Aviso que va a ser un post bastante largo...          Cuando éramos pequeñas mi madre y mi padre nos dieron uno de los mayores regalos q...

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