El lunes día 14 cumplo años, concretamente 39.
TREINTAYNUEVE.
No es la primera vez que os cuento que NO me gusta cumplir años. Sí, ya, ya... lo bueno es cumplir, etc. Que sí, pero... me pongo "mu tonta" en ese día y es raro que no llore...
Mi último cumpleaños fue de llorar total, porque, 3 días después operaban a mi pequeña del corazón y recuerdo ese cumpleaños muy bonito pero con el corazón "encogío".
Mi pequeña valiente! pic.twitter.com/8VP38UU79l
—(@cecigodel) February 17, 2021
Este año ella está emocionada y quiere celebrar una fiesta sorpresa (es que se le da mal guardar secretillos jeje) y me ha preparado un regalo casero también (me encanta cuando me regala cosas que le gustan a ella pero que quiere que tenga yo).
Para este cumple he pensado en llevarlos al cine, que yo ya ni recuerdo cuándo fue la última vez que fuimos todos juntos.
A mis 39 podría decirse que he alcanzado algunas de las "expectativas" o "logros" o "aspiraciones" a las que no sabía hace unos años si llegaría. Hoy puedo decir que dentro de todas las dificultades... oye, ni tan mal. Tengo un trabajo que me gusta (aunque este año esté siendo muy difícil), estoy ayudando (creo) a otras personas a conseguir trabajar de lo que les gusta. Tengo a mi familia sana (que vaya 2021 más difícil en muchos aspectos), y también tengo muchas ideas nuevas en mente.
No sé si este año conseguiré destino definitivo, aún así, éste será en otra provincia, por lo que no será el sitio al que me incorpore como definitiva. A veces pienso en ese momento en el que ya sepa dónde voy a estar más de un curso seguido y me emociona, mucho; porque eso de ir dando tumbos no está mal porque aprendes mucho, pero las mudanzas de material docente son criminales...
A mis 39 también he aprendido (quizá a base de "malosratos") que la tranquilidad y paz mental está infravalorada, la felicidad no debe estar en lucha constante con lo que debo o no debo hacer.
A mis 39 también creo importante desanclar el pasado y seguir hacia delante, solo tenemos UNA vida... y debe ser para vivirla y disfrutarla. Poco a poco hago cosas que tienen detrás decisiones (viajar sola a Madrid, probar con Lookiero, ser preparadora, darme caprichos de vez en cuando...) que quizá hace unos años ni me habría planteado.
A mis 39 también sé que la vida vuela y que, aunque ahora no tenga mucho tiempo de leer tranquila los 200 libros que tengo pendientes o usar mi máquina de coser, o dibujar, escribir mi libro... sé que llegará un momento en el que todo eso podrá hacerse.
A mis 39 creo que he alcanzado ciertas metas vitales importantes para mí (al menos según mi forma de verlo) y eso da mucha estabilidad, el equilibrio hay que buscarlo poco a poco y saber que, en algún momento, ese equilibrio llega, pero tampoco hay que tener miedo a que ese equilibrio se rompa o no llegue. Todo pasa y todo llega.
Y bueno, después de muchos días sin actualizar el blog (por falta de tiempo principalmente y también porque no sabía qué podía contaros...) esta es la primera entrada de este 2022.
Sed felices.