Hoy quería hablaros de este tema.
Antes de nada, decir que cada persona tiene una opinión sobre esto y yo voy a dar la mía que quizá no coincida del todo con la vuestra, pero por eso doy mis razones y motivos.
El caso es que yo soy una persona detallista. No guardo ninguna intencionalidad detrás del detalle ni una necesidad de agradar, todo lo contrario, mi visión de esto se basa en el agradecimiento.
Es de bien nacido ser agradecido, reza el refrán.
Quizá haya personas que consideran un detalle como una intromisión de su vida privada y luego van publicando por ahí que eres una persona tóxica (por tener un detalle en un cumpleaños) y ya te ponen una cruz de eliminar. Allá ellos... yo soy así y si no te gusta TÚ TE LO PIERDES.Dejando a un lado esta puntilla que necesitaba soltar por aquí, considero que tener un detalle con un maestro o maestra que dedica su trabajo a completar esa educación que tú le estás dando a tus hijos es algo muy importante. Que sí, que tenemos muchas vacaciones y nos pagan por trabajar, lo sé y los millones de maestros de España también lo saben, pero, ¿qué cuesta tener ese detalle? Una simple tarjeta navideña con buenos deseos, una pequeña cajita de bombones o un detalle con gusto...
Lo ideal es que si es consensuado se regale algo entre todos los papás y mamás, algo un poco más grande porque es de todos al tutor o tutora, pero sin pasarse.
Estas navidades me he decantado por una pequeña cajita de ferrero rocher, con muy buen precio y que quedan muy bonitas.
Esto ha sido para los diferentes maestros (de Religión, de E.F... etc.)
y a la tutora ha sido una cajita de Merci pequeña
Otras veces ha sido una taza bonita, o un espejito para el bolso...
Y vosotros, ¿a favor o en contra?
De sobra comprendo que habrá situaciones distintas en las que probablemente el destinatario en cuestión no se merezca ni un chicle, pero de momento no ha sido nuestro caso (y que siga así!)
Mami C.