Hace varios días que vengo rumiando varios temas, entre ellos, el valor de la vocación.
Según el diccionario en su segunda acepción, vocación es: "inclinación o interés que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o un determinado trabajo".
Ya os conté aquí que este curso estoy con un grupo de alumnos/as de cinco años muy complicado. En el aula hay tres alumnos con TEA integrados, atendidos en algunas sesiones por pedagogía terapéutica y por audición y lenguaje y también por ptis (personal técnico en integración social) y educadora. En mayor medida están en el aula conmigo. Además, tengo 16 alumnos/as más, los cuales tienen también necesidades que atender. Este curso ha tenido desde 3 años, varias maestras distintas, personas que han intentado "sobrevivir" a la situación de manera desbordada. A veces mi aula parece una casa de locos: juguetes por el suelo, pegamentos abiertos, plastilina mordisqueada... El caso es que he visto una evolución en ellos. Cuando llegué el día 27 de septiembre, llevaban las clases empezadas varios días, por lo que me metí de lleno en el aula. Recuerdo el primer día cuando analicé la situación y me dije: no puede ser que esto esté así.
Los niños/as no me conocían, habían estado con 7 maestras distintas, además de todos los cambios entre que cubrían una baja y otra... caos total. Y me abracé a ese caos.
He tenido la ayuda maravillosa de mi práctica MECO (Mediadora en comunicación social) y todo ha sido mucho más llevadero, que no fácil.
En este primer trimestre he tenido que flexibilizar al máximo mi programación y mi forma de trabajo habitual, cambiar el chip, cambiar mi idea y concepto de la educación. Pero también darme cuenta de que, aunque sea difícil y a veces frustrante para mí, estos niños/as necesitaban a alguien "que no se fuera". Y fijaos lo que os digo, mi pensamiento si me hubiera tocado la lotería NO era decir "venga, hasta luego maricarmen", sino ayudar a que esta clase crezca y pagar los medios necesarios (profesores sombra) para poder conseguirlo, además de cambiar el mobiliario y materiales para mejorar algunos aspectos.
Pero la suerte en forma de lotería no ha llegado, jeje. Acaba un trimestre y comenzaremos, espero, en enero con energías recuperadas.
Hay mucha gente con vocación que no está en las aulas. Y al revés también (aunque no son tantos). El caso es que, si vas a trabajar con un material tan "delicado" como lo son los niños y niñas de infantil, lleva siempre contigo la vocación por tu profesión.
Esta noche es nochebuena, aunque en Málaga se la va a pasar lloviendo, os deseo una feliz navidad en negativo, que ya he visto y sentido muchos positivos que van a tener que pasar unas fiestas sin familias encerrados o con la familia pero sin poder estar cerca.
Cuidaos mucho.
FELIZ NAVIDAD 2021