Hace unas semanas terminé este libro, es regalo del año pasado, pero como dejé las lecturas en standby durante un tiempo, lo he leído ahora.
Es un libro de fácil lectura, corto y con una historia que engancha.
Natalia es la protagonista de esta novela corta, una adolescente muy peculiar y que probablemente tuviese unos problemas mentales muy severos.
Este libro tiene ya más de 20 años, pero se conserva muy bien y creo que es una lectura para analizar con adolescentes.
La historia transcurre durante el verano en una casa de campo familiar, donde Natalia es enviada después del fallecimiento de su hermana mayor después de una larga enfermedad y que dejó a Natalia muy trastornada.
Está narrada de forma que consigues meterte en la mente de Natalia de tal forma que hasta crees que en algunas situaciones lleva razón.
Y la única razón es que Natalia siente unos celos terribles de su prima, Irlanda, una muchacha encantadora aunque con un toque de mimada y engreída propias de su edad.
Natalia podría asemejarse a un alma en pena vagando por la casa y el campo, a veces parece un fantasma y otras una chica normal.
No quiero desvelar el final del libro, pero unos capítulos antes ya se puede intuir lo que pasó antes del comienzo del libro y lo que pasará en el desenlace.
Es una novela inquietante, a veces repetitiva, supongo que intencionadamente para transmitir el sopor del verano adolescente.
Fue la primera novela de Espido Freire (Bilbao, 1974) y recibió muy buenas críticas. No había leído nada de esta autora, pero me ha gustado su forma y estilo narrativo.