Ayer se cumplió una semana desde que salí a casi las 3 de la tarde de mi colegio, cargando una bolsa de material, como cada viernes, para preparar algo en casa. Pero esta vez antes de salir, eché un ojo a mi aula vacía. Habían acudido pocos niños a clase y ese día no la dejaba muy desordenada. Dos semanas. No es tanto, pensé.
Soy maestra de educación infantil, tengo un aula con 21 alumnos y alumnas de 5 años (algunos ya tienen 6 porque tuvimos muchos cumples en febrero) y mi colegio está incluido entre los centros de compensatoria. Al venir de un centro de difícil desempeño, me resultó extraño que este nuevo centro se considerara de esas características, porque veía muchas diferencias. Ahora sé el porqué.
Tanto mi marido como yo somos maestros (él trabaja en Secundaria en un centro concertado, yo en infantil en un centro público) y el mismo viernes nos pusimos a organizar esas supuestas dos semanas de confinamiento escolar, cada uno según su tipo de alumnado.
El viernes me dio tiempo, porque vinieron pocos alumnos y tuve la especialidad de inglés, a fotocopiar material para mi alumnado para dos semanas, ya que se decidió no enviar a casa el libro de proyecto ni el de matemáticas. Para DOS semanas. Pero, ¿qué pasa después de esas dos semanas? Es a lo que ahora mismo le doy vueltas, porque la realidad es que no sé cómo voy a dar respuesta a eso debido a las características de mi alumnado.
El mismo viernes me puse manos a la obra para organizar el trabajo con mi alumnado, por lo que en el ciclo de infantil se acordó realizar un site de google como plataforma de contacto entre las familias y las tutoras.
Aunque soy usuaria de blogs, el tema sites no lo conocía, ni manejaba ni tenía ni idea de cómo usarlo, por lo que mi marido, que sí hace años que lo usa, me dio clases particulares para aprender a manejar lo básico. Y durante todo el fin de semana mis compañeras de ciclo y yo estuvimos organizando dicha página para comenzar a usarla el mismo lunes, primer día sin clases presenciales. A través de la comunicación entre nosotras y muchas horas delante del ordenador pudimos crear un sitio web para organizar el seguimiento de nuestro alumnado.
Al presentarlo al equipo directivo como medio que íbamos a usar para nuestro ciclo, se acordó usarlo para todo el centro, ya que habían considerado que podría ser una buena herramienta de trabajo. Así que mi tarea fue ir explicando, a modo de tutoriales caseros fugaces, vía whatsapp y en tiempo récord, cómo elaborar cada sección. No, no ha sido fácil. Mis compañeros son todos jóvenes, pero eso no quiere decir que todos ellos puedan manejar de forma fácil una plataforma con la que no hemos trabajado antes. Pero lo hemos hecho, y ¿por qué? Porque no estamos de vacaciones.
QUE NO ESTOY DE VACACIONES, POR FAVOR |
Ahora bien, como ya habéis leído en otros medios y os habrá llegado información (real o distorsionada) de que a los maestros se nos ha mandado a casa y a buscarnos las habichuelas, debo decir que ha sido así tal cual. Las "directrices" han sido estas y podéis leerlas aquí: INSTRUCCIÓN DE 13 DE MARZO DE 2020, DE LA VICECONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y DEPORTE,RELATIVA A LA SUSPENSIÓN DE LA ACTIVIDAD DOCENTE PRESENCIAL EN TODO EL SISTEMA EDUCATIVO ANDALUZ POR ORDEN DE 13 DE MARZO DE 2020 DE LA CONSEJERÍA DE SALUD Y FAMILIAS
y cuyo objetivo es este: El objeto de la presente instrucción es favorecer la continuidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje y garantizar la organización y funcionamiento de los centros durante el periodo de suspensión de la actividad docente presencial como consecuencia de las medidas establecidas a raíz del virus COVID-19
Como podéis ver, en ningún caso el objetivo es machacar a las familias a "deberes" ni tampoco "desentenderse del tema". Como siempre digo, ni Juan ni Juanillo. O como dijo Aristóteles hace ya tanto tiempo:
Ya os habrá llegado por un lado las familias saturadas por tantas tareas y deberes y por otra las familias que están sin nada.
En nuestro caso personal, desde el punto de vista familiar con hijos matriculados en la escuela pública, cuya plantilla de maestros y maestras son de edad avanzada, nos hemos encontrado con que de los tres hijos, solo uno de los maestros (casualmente, de los jóvenes) ha sido el que ha tenido un contacto hacia las familias desde el primer momento. El resto, ni un correo electrónico, ni apenas indicaciones... En segundo de primaria, les mandaron los libros a casa con la premisa "que los acaben". Y ahí ha explotado el grupo de padres y madres pidiendo explicaciones, demandando información que no se ha dado. ¿Qué hacían mientras? ¿Preparar una respuesta? Tres días laborales, ojo, sin tener noticias de ningún tipo. ¿Qué pasaba? A raíz de los comentarios de los grupos de padres y madres empezó a llegarnos información a través de los delegados y delegadas de forma, a mi parecer, muy desestructurada y sin sentido, sobre ideas, enlaces a páginas web actualizadas de forma inmediata (blogs que no se actualizaban desde hacía más de 4 o 5 años)... un cacao tal, que ha dejado al descubierto lo que ya sabemos, que las TICS en los centros están limitadas. Y OJO, que no estoy criticando a los maestros/as de mis hijos, sino a las limitaciones con las que se han topado, ya que creo que no se les dio la posibilidad de reunirse a elaborar un plan de actuación, ya que las instrucciones llegaron a los centros a las 13:45 h del viernes 13.
Y esta es la brecha de la que os hablo.
Aquí no podemos hablar de diferencias entre la pública y la concertada, aquí de lo quiero hablar es de esa brecha que antes estaba sostenida con la docencia presencial, y que ahora se va a hacer mucho más evidente.
Aquí, en nuestra casa, somos dos maestros, que estamos teletrabajando, por lo que salir de casa no lo estamos haciendo más que para sacar la basura cada dos días y para recoger un pedido una vez a la semana. Tenemos ese tiempo con nuestros hijos y tenemos las herramientas (ordenador, tablet, material escolar e impresora) para continuar con las actividades propuestas. Pero, ¿qué ocurre con los centros educativos en los que las familias no tienen recursos? ¿Qué pasa con esos niños y niñas que a duras penas trabajan en clase y que no tienen un refuerzo familiar o sus familiares deben seguir trabajando? ¿Y esas familias que ambos progenitores han perdido su empleo? Os digo una cosa, aquí va a producirse una fisura tal, que no sé por qué una Consejería de Educación no está intentando dar respuesta, o al menos, no es lo que parece.
Los maestros y maestras no somos súper-héroes, pero en estos días sí estoy viendo cómo entre todos los docentes se está compartiendo sabiduría tecnológica y material como quien comparte un tesoro. Hazlo tú también.
Yo, como maestra y también como madre, estoy pensando mucho en esta situación, y aunque sé que esto es una medida quizá precaria o quizá inviable, ¿por qué no se prepara un KIT de material para este tipo de alumnado para poder enviarlo a sus hogares? La comida es esencial y es lo primero, pero teniendo esto creo que también hay que considerar la educación como esencial.
¿Qué se podría poner en este KIT? Pensando en el alumnado de Educación Infantil esto es lo que yo incluiría a esas familias que realmente no disponen de medios en casa.
Por ejemplo, como idea |
Y todo este material debería prepararlo la Consejería de Educación en cajas y enviarlo a las familias empezando por los centros de difícil desempeño y compensación educativa, y extrapolarlo a las familias que lo necesiten.
Yo soy amante de la papelería como buena maestra infantil y dispongo de todo ese material en casa normalmente, pero ¿y el alumnado y sus familias?
Ahora es momento de dar respuesta, de plantear soluciones de forma inmediata a esta situación extraordinaria y que, tristemente, vamos a tener que vivir al menos mes y medio más o quién sabe.
Leo casi todo lo que mandan de cadenas y experiencias sobre el tema de las tareas desde casa, que los padres y madres están saturados, etc. y que los niños no se van a perder nada. Vale. Lo comparto también. Pero esa es una visión, a mi entender, bastante obtusa, ya que no todas las familias se encuentran en la situación de quienes escriben todos esos textos elaborados según las experiencias... Y sí, los niños y niñas tienen que jugar, y lo están haciendo, y están conviviendo y aprendiendo otras tareas distintas, que sí, que lo sé y es también lo que estamos haciendo en casa, pero de verdad, pensad en este texto que he escrito, porque que no vayan al colegio durante un mes o dos no es traumático, lo que sí es traumático quizá es saturar a los niños y niñas con una situación que en la mayoría de los casos, no comprenden.
Hay tiempo para TODO, para manualidades, para yoga, para juegos de mesa, para ver películas, para pintar, descansar... Pero también para tener un seguimiento por parte de la escuela, de la que os aseguro podéis estar en algunos casos orgullosos y orgullosas de cuánto estamos poniendo de nuestra parte para estar cerca de los alumnos y alumnas.
Soy funcionaria en prácticas, ya os conté aquí que conseguí plaza con mucho esfuerzo y JAMÁS se me va a olvidar este primer curso de mi vida como maestra de Educación Infantil.
Puedes estar de acuerdo o no con mis palabras, pero lo que nadie podrá achacar a ningún docente es que estamos de vacaciones, porque NO lo estamos.