La procrastinación, postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.
Se trata individualmente de un trastorno volitivo del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción por realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad (estrés). Éste puede ser psicológico (como ansiedad o frustración), físico (como el que se experimenta durante actos que requieren trabajo fuerte o ejercicio vigoroso) o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente sin tener una fuerza de voluntad para concluirla. El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro sine dieidealizado, en que lo importante es supeditado a lo urgente. [Wikipedia].
Cuando tienes tantos frentes abiertos (trabajo, hijos, casa, estudios, blog) se puede llegar a una situación en la que el desborde de tareas nos lleve precisamente a posponer y procrastinar en uno, dos o incluso todos los aspectos.
Estudiar oposiciones conlleva un esfuerzo tan grande y una dedicación tan exclusiva que pensarlo como algo global (el tengo un examen en junio y eso es lo que cuenta) no ayuda en absoluto. Si conocéis el podcast de Entiende tu mente, podéis escuchar el capítulo 60 que habla sobre este tema que me ha hecho reflexionar mucho sobre este aspecto dentro del tema opositar.
Si me planteo las oposiciones como algo global, la sensación que voy a tener me va a llevar a un estrés que no quiero.
Por eso, mi idea es organizar las oposiciones por bloques que más adelante os iré contando.
Feliz sábado!
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