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27 de marzo de 2019

Los premios Madresfera

Hola a todos y todas. Algunos me habéis preguntado y otros lo habéis visto ya por las redes. 
No hubo suerte con el premio para el blog, en cambio María Ángeles, otra bloguera de Málaga se trajo el premio en la categoría de Educación con su blog Aprendiendo con Julia en la que estaba como finalista. 

Decir que no me he llevado ningún chasco ni ninguna desilusión porque, a pesar de llegar a la final, sabía que no tenía posibilidades (por mucho que dijeran a mi alrededor que sí, jeje, gracias por los ánimos). 
La semana anterior al viaje estuve bastante chof con situaciones ajenas que no vienen al caso y la verdad es que estaba decaída y me costó ilusionarme mucho. Luego me fui animando al ver a muchas blogueras maravillosas compartiendo emoción contagiosa a través de las redes. 

Era mi primer MBDAY en directo y puedo decir que lo disfruté desde el momento en el que me subí al tren y vi por stories a María de Las Aventuras de una Mamá Novata que estaba sentada dos sitios delante y hasta que llegamos de vuelta a la estación de Atocha y me crucé con Carlos de Un Papá como Vader. 

Me puse un poco nerviosa porque tenía muchas ganas de conocer a mucha gente y hablar y hablar, y hacernos fotos... Fue como si de repente alguien hubiese volcado en el Hotel Rafael Atocha a mis contactos de Instagram y Twitter. 
Entrar en la recepción, hacerte la foto inicial con el cartel de la entrada ya conlleva nervios.

Es bastante difícil hacer un resumen del día, porque entre ponencias estupendas, charlas, comida, firma de libros, fotos, más fotos... podría dejarme mucho atrás. 
Quiero decir que me parece muy admirable montar este evento, primero porque la realidad es que el evento se monta para y por los blogueros y blogueras. Que se prepararon muchísimas cosas y que todo salió muy bien. Que la diversión y el humor impregnaron el evento, desde el primer video que nos pusieron realizado con mucho amor por los organizadores, hasta el último con la canción de buenos días Madresfera.




















Ahí os dejo fotos, que muestran parte de lo vivido allí. 
Me faltan muchas fotos con muchos, pero sé que esto es solo el principio de una bonita tradición.

Gracias Madresfera




La Gata Gala, de SM

     La Gata Gala es un libro para niños y niñas a partir de 18 meses.
Gala es una gatita suave que en cada página podrás encontrar de una forma muy singular, a través del tacto. Cada ilustración tiene más de quince gatitos parecidos a Gala, pero solo ella es suave al tacto. 
Un libro para disfrutar contando y tocando junto a tu peque. 
Los colores son muy llamativos y sólidos. 
La páginas son de cartón, lo cual hace que sea resistente y duradero para esta edad. 
Su ilustradora es Yayo Kawamura, a la que seguro conoceréis de otros cuentos como Pepe&Mila.

 A mi peque de tres años le gusta mucho encontrar a Gala con la manita.

Autor: Yayo Kawamura Ilustrador: Yayo Kawamura
Número de páginas: 12
Código ISBN: 9788491079705
Código interno SM: 189954 Tipo libro: Primeros aprendizajes
Formato: Papel
Encuadernación: Cartón


Gracias SM por su iniciativa en #hacemoslectores
Hacemos Lectores


26 de marzo de 2019

Periodo de adaptación en el colegio

     Ahora que está a punto de acabar el periodo de solicitud de matriculación en los colegios hay muchas familias que sienten bastante incertidumbre en cuanto al tema de si sus hijos e hijas se adaptarán a la escuela. 
Lo primero que hay que tener en cuenta para este tema es que NO existe un periodo de adaptación en sí, no está contemplado como tal desde la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Pero sí que existe, a solicitud de las familias que lo deseen y en consenso con el centro educativo, un pequeño periodo de adaptación en cuanto al tiempo durante el que el niño o la niña permanece en él,  para que este proceso se dé de forma gradual. 


¿Qué es el periodo de adaptación?
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     El proceso de adaptación debe ser planificado pedagógicamente debido a la gran importancia que tiene para el niño/a. Familia y escuela son los responsables de que este momento escolar se desarrolle en unas condiciones beneficiosas para los niños/as. 
     El apego se define como "el primer lazo afectivo que el niño/a establece con la persona que pasa más tiempo a su lado" (madre o la persona que desempeñe esta función). 
Cuando el niño o la niña de 3 años, o en algunos casos con todavía dos años como ocurrió con mis tres hijos porque han nacido a finales de año, se incorpora al mundo escolar, sufre una separación importante, rompe de algún modo ese lazo afectivo con la figura de apego y ello genera un conflicto. La forma en la que se soluciona este conflicto, el tiempo que se emplea para que asimile de manera correcta y feliz la "ruptura" con la figura de apego, es el llamado periodo de adaptación.
     Entrar en la escuela supone un gran cambio, sale de su mundo familiar donde tiene un ambiente de seguridad, con códigos establecidos y roles determinados y conocidos, un ambiente en el que se siente protegido y centro de la atención familiar... a un lugar distinto, va a convertirse en el punto de mira del resto de la familia, con preguntas, preparativos... Y se le introduce en el mundo escolar, donde se le considera como uno o una más del grupo, en un espacio diferente, objetos diferentes, normas diferentes, con personas que no conoce...
     Hay que tener muy claro que es el niño/a quien tiene que superar, internamente, estos cambios. Tiene que ir conquistando, autoafirmarse, saliendo poco a poco de su egocentrismo, independizándose de sus figuras de apego para construir su mundo interno y evaluar, contrapesar esta separación de forma que la acepte de forma interna. 
¿Qué sentimientos provoca esta separación?
 Esta separación provoca sentimientos de dolor, miedos, incertidumbre, abandono... generando en la mayoría de los casos, manifestaciones de "protesta". En este punto es frecuenta la aparición de manifestaciones de tres tipos:
1. De carácter psicosomático: alteraciones en el sueño, vómitos, enuresis, erupciones en la piel...
2. De carácter psíquico: agresividad, ansiedad, celos...
3. De carácter afectivo-social: nos podemos encontrar con distintos casos; niños/as que lloran desconsoladamente, otros resignados que no lloran, que solo cumplen órdenes y que participan en la escuela de forma resignada pero en el hogar manifiestan conductas negativas; niños y niñas que se desesperan, otros que manifiestan agresividad, otros que se mantienen aislados, no quieren nada, cerrados en banda, se quedan junto a la puerta y solo preguntan cuándo viene mamá o papá...

   Todas estas manifestaciones son sanas y normales de un conflicto personal. El proceso de adaptación es una conquista, un proceso personal y voluntario.

                     ¿Qué papel tiene el adulto en este proceso?
    Familia y escuela deben garantizar que el ingreso del niño/a a la institución escolar se efectúe de forma natural. Entendiendo este proceso como distinto en cada niño/a. 
La adaptación viene determinada por cómo nosotros, los padres y madres asumimos la separación: nuestros temores, nuestras expectativas, ansiedad, seguridad o inseguridad en la decisión tomada, el grado de confianza en las posibilidades y límites de nuestros hijos/as y las garantías del centro educativo elegido. Estos sentimientos naturales podemos transmitirlos de forma voluntaria o involuntaria a través de nuestras manifestaciones de excesiva preocupación, que son captadas por los niños/as respondiendo a menudo de forma negativa. Si aceptamos de forma negativa o con desconfianza el colegio, si sentimos inseguridad y nuestros hijos perciben estas dudas es más común que sienta gran angustia y el sentimiento de abandono del que os hablaba antes.
   ¿Qué podemos hacer como padres/madres?
Imprescindible que se potencie la comunicación familia-escuela, de forma que confiemos en la escuela nosotros mismos. Los maestros y maestras también deben adaptarse al grupo nuevo y ofrecer ese ambiente de comunicación bidireccional, acercarse de forma individual al niño/as, respetar sus particularidades, sus ritmos, etc. lo cual facilitará la adaptación. 
La autora Mercedes Conde da esta definición de periodo de adaptación:
"Camino o proceso mediante el cual el niño/a va elaborando, desde el punto de vista de los sentimientos, la pérdida o ganancia que le supone la separación hasta llegar voluntariamente a una aceptación interna de la misma". 
Existen unos aspectos muy significativos del periodo de adaptación:
1. El protagonismo del niño/a en dicho proceso.
2. La necesidad de respetar el tiempo que precisa cada niño/a para elaborar y recomponer su mundo afectivo interno.
3. La importancia de favorecer y aceptar todas y cada una de las manifestaciones de este conflicto.
El plan de adaptación no puede ser el mismo para todos ya que los niños/as no tienen el mismo ritmo ni las mismas características.
A veces como madres y padres nos preocupamos más de lo que deberíamos, pero es necesario saber actuar en esta situación. 
¿Y si no se adapta? ¿Cuándo debo preocuparme? 
- Si mi hijo/a entra todos los días llorando al colegio después de dos meses aproximadamente y ese llanto continúa durante gran parte de la mañana. Hay niños que lloran un poco a la entrada y al llegar al aula dejan automáticamente de llorar, en ese caso, es un proceso normal. 
- Si notamos durante mucho tiempo que siente miedo o angustia a la hora de acostarse.
- Detectar si lo que no quiere es ir al colegio o al comedor. Mi hijo mayor en tres años no quería ir al colegio porque no quería ir al comedor. Es una situación muy complicada y difícil de sobrellevar. Acabé quitándolo del comedor, pero también coincidió con la llegada del primer hermanito por lo que probablemente era su forma de llamar nuestra atención. 
- Si presenta muchas reacciones psicosomáticas. 

El periodo de adaptación no siempre es igual en todos los niños y niñas, habrá niños que por su madurez o personalidad se adapten en una semana y otros a los que les llevará más tiempo. Cada niño es distinto y por tanto su adaptación  será distinta. 
Lo que sí es muy importante transmitir seguridad al niño, que sepa con certeza que vas a recogerlo, (son los miedos más claros) que va a estar en un sitio bonito y divertido, que confías en su maestra o maestro. 

25 de marzo de 2019

Ser mujer

SER MUJER 
Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en Madre. La naturaleza la ha dotado a mansalva del 'instinto maternal' con la finalidad de preservar la especie. Si no fuera por eso, lo que ella harìa al ver a esa criatura minuscula y llorona sería arrojarla. Pero gracias al 'instinto maternal' la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21años.
Ser Madre es considerar que es mucho mas noble sonar narices y lavar pañales, que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada. Es ejercer la vocación sin
descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, y que tomen leche. Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias, sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada...

Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y, cuando llega, hacerse la dormida para no fastidiar. Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.

Es llorar cuando ve a los hijos contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo. Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno.
Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan. Es decir, que 'son cosas de la edad' cuando la mandan a volar. Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida.

El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho. Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano. Por suerte hay una sola.......... Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.....

Isabel Allende

17 de marzo de 2019

Ausente


Hace días que me siento sin tiempo y sin 
aliento. Hay ahora mismo algunos problemas que requieren atención urgente,  así que estaré un poco ausente a partir de mañana. 
Buena semana.

14 de marzo de 2019

¿Cuánto cuesta celebrar un cumpleaños infantil?

     Después de varios cumpleaños de hijos a nuestras espaldas, podemos hablar sobre este tema con conocimiento de causa.
     Partiendo del respeto a cada familia que quiera hacerlo de una forma o de otra...señores y señoras: esto se nos está yendo de las manos.
   Una que viene de familia humilde, debo decir que he celebrado mis cumpleaños cuando era pequeña con mis amigos, familia, tarta y regalos. Y punto. Y era feliz.

    Hoy día, donde la tónica diaria es el desgraciado consumismo, no basta con amigos, familia, y regalos. Aquí hay que tirar la casa (o la cartera más bien) por la ventana. A lo grande, vayamos a dejar a los hijos e hijas con traumas infantiles.
     Nosotros hemos pecado como muchas familias con el “error” de convertir un cumpleaños en una fiesta enorme donde el gasto económico en algunos casos superó los 500 euros. Y no, no recogemos dinero de los árboles nada más que en Animal Crossing...


¿Cuánto cuesta un cumple hoy?
Vayamos por partes...
1. El lugar: lo que últimamente se estilaba era el local de celebraciones. Tuvieron un auge hace unos años este tipo de locales, creados específicamente para uso y disfrute de niños y mayores. Los precios varían según su localización, tamaño y servicios que ofrece. Lo cual, para un cumpleaños con una media de 50 personas entre adultos y peques, rondan los 100-150 €. Ya dependiendo de si lo quieres celebrar entre semana(más barato) o en fin de semana (los 120 euros no te los quita nadie). También existen centros tipo ludoteca donde puedes reservar y “te lo ponen todo por delante y te cuidan a las criaturas” . Genial ¿no? Pues prepara el bolsillo porque barato no es, cómodo quizá, pero barato no. Nosotros de momento no hemos celebrado un cumpleaños en un sitio así, no se nos ha dado el caso.
2. El avituallamiento irá de forma proporcional a los invitados al cumpleaños. Si el cumpleaños ronda las 60 personas (adultos y pequeños) el precio mínimo serán unos 150 euros (bocadillos, chacina, pikislabis, patatas, vasos, platos, manteles...) además de la tarta, que en algunos casos ha sido un pico bueno, unos 45 euros.
3. Extras: piñata, "chuches" o regalillo para dar en vez de chuches. Total, unos 40 euros más como poco. Adornos, invitaciones... 50 euros más como mínimo.
4. Tu tiempo. Incalculable.

Hagamos cuentas: sumando a lo alto... como mínimo un cumpleaños "medio" sin lujazos (lujazos de un monitor extra o animación infantil tipo magia o mascota, etc) son alrededor de 450 euros. Lo que multiplicado por 2 o 3 hijos... hacen la friolera de 900 o 1400 euros anuales.

La experiencia hace mucho y cuando llevas ya varios cumples te das cuenta de cómo mejorar un poco esta cifra.
¿Cómo puedo reducir el gasto?
1. Invitados: cuando los niños tienen menos de 7 años es difícil que se queden "solos" en una fiesta, por lo que no puedes contar 1:  son padre o madre, o los dos y quizá hermanos o hermanas. De uno a 4 o a veces 5. Lo cual es normal. Cuando nuestro hijo mayor cumplió 8 decidimos que lo ideal sería decir que nos dejaran a los niños a tal hora y que pasasen a recogerlos tres o cuatro horas después.
Por una parte, al ser niños más mayores se puede hacer, y el gasto en tema comida se reduce considerablemente ya que de 4 o 5 se queda en 1.
2. Comida. El bocadillo con un bocado y abandonado, la lata de refresco casi entera, patatas en platos que han sufrido muchas manos... ¿Qué hacemos? No poner la comida en la mesa al principio. Tal parque de bolas tipo ludoteca, en un momento determinado los sentamos a todos y previamente hemos preparado los bocadillos o sándwiches en un plato, con un poco de patatas o palomitas y un vaso. Luego hacemos de "camareros" gustosamente y vamos repartiendo según los gustos. Se convierte en una merienda y no en un despilfarro de comida. Además así controlas que todos los invitados coman o si tienes alguno con alergias o intolerancias controlado/a. Vasos con nombre y los manteles de usar y tirar son muy cómodos, pero como tenemos 3 hijos, compramos unos hules kilométricos y son los que usamos en las fiestas (muchas veces compraba de más, sobraba, se quedaba en el coche y había que tirarlo a los dos meses... Un hule barato sale muy rentable.)
3. Lugar y extras: si es un parque de bolas tendrán distracción, pero aquí mi señor marido se encarga de la parte de animación infantil preparando juegos, concursos, bailes... Así que es un extra que evitamos. El tema de piñata lo desterramos hace tiempo. Creo que es un objeto del diablo y me da mucha pena cuando alguno se quedaba sin apenas coger nada. Por lo que al final había que comprar más para dar a los que les faltaba.
4. Tu tiempo, igualmente... Incalculable. Tendrás que disponer de tiempo para:
- Elegir local, hacer las llamadas, ir a verlo, dejarlo reservado, etc.
- Comprar lo necesario
- Llevarlo al local
- Recoger el local
- Llevar el resto a tu casa... y subir los dos pisos sin ascensor...
Y en esto solo puedes "ahorrar" si delegas en alguien que lo prepare o irte a un sitio en el que "te lo pongan todo por delante".

El caso es que a medida que se hacen mayores, los círculos se van cerrando. Ya cada vez menos se hacen invitaciones generales en los grupos de clase y va evolucionando.
Mis hijos cumplen en octubre y dos en diciembre, por lo que el gasto se solapa un poco en esos meses...

Y algo que he escuchado en Buenos días Madresfera que ha dicho Sunne hoy con mucha razón: que le guste al niño/a el cumpleaños.

Los cumples no los hacemos por nosotros (o no deberíamos) sino para ellos. A lo mejor tú invitas a toda la clase y a tu hijo o hija solo juega con 3 o 4, o le has montado una macrofiesta y lo que más le gusta es el ratito de jugar con sus amigos a tirar bolas...
Es una decisión complicada pero si lo pensáis bien, solo van a ser unos años, porque crecen muy rápido. De lo que se van a acordar del cumpleaños no es de si te pegaste una paliza de prepararlo, sino de que lo disfrutaste con él o con ella.